La manera más segura de volverse rico a través del tiempo, es comenzar a gastar menos de lo que ganas.
Para hacerse rico, el asesor de inversiones Andrew Hallam, nos sugiere que deberíamos de tener en cuenta nueve normas que deberían ser enseñadas en las escuelas.
Este libro nos ofrece consejos básicos y prácticos para tener finanzas sanas. Se inclina por los fondos indexados, se opone a ciertos tipos de asesores financieros y defiende la inversión con sentido común.
Cubre los aspectos básicos, como que; si se consume menos, se tendrá más dinero para invertir (duh…). Evita estafas y modas. Comprende cómo tus sentimientos pueden socavar tu estrategia de ahorro, lo casi imposible que resulta «cronometrar» el mercado (timing the market).
Sobre el autor: Andrew Hallam trabajó como profesor de secundaria y enseñó finanzas personales. Ahora, escribe columnas sobre inversiones. Él y su esposa viajan por todo el mundo dando conferencias sobre la importancia de las inversiones.
Puntos clave:
1. Gasta con cuidado para que te sobre dinero para invertir. Debes prometer a ti mismo (y a los tuyos) que «no harás daño» a tus finanzas. Recuerda que el interés compuesto es la herramienta de inversión más fiable que existe.
2. Los asesores pueden ayudarte, pero elíjelos con prudencia. Y ya en este tema, para los que no cuentan con asesores profesionales, al menos no seguir ciegamente a influencers, youtubers o escritores de blogs como ese tipejo de Dinero es Dinero.
3. Ten en cuenta que la mayoría de los asesores financieros buscan comisiones (ventas, likes, vistas, monetizar videos, invitarte a una secta, etc.) y no siempre te guían hacia las mejores inversiones.
4. No dejes que tus emociones torpedeen tu estrategia de inversión.
5. Equilibra tus instrumentos de inversión a través de una cartera diversificada.
6. Considera la posibilidad de diversificar geográficamente tu cartera comprando fondos cotizados en mercados extranjeros.
7. Los asesores pueden desaconsejarte la compra de un fondo indexado y ofrecer sus propias alternativas; desconfía de productos o instituciones que prometen que pueden «cronometrar el mercado» y garantizarte que le ganarán.
8. Mantente atento a los fraudes y las modas.
Las escuelas no suelen enseñar cómo administrar el dinero, y la mayoría de las personas crecen con un conocimiento muy limitado de cómo invertir, ahorrar y hacerse ricos.
Muchas personas gastan la mayor parte de lo que ganan y les queda poco o nada para invertir, incluso aunque sepan cómo invertir. A menudo, la gente se deja aconsejar por las personas equivocadas.
Pero nunca es demasiado tarde para aprender. Para construir tu cartera de inversiones y tu riqueza, sigue las nueve reglas de este libro:
1. "Gasta como si quisieras hacerte rico"
Si quieres hacerte rico, prométete a ti mismo «no hacerte daño». Debes crear, en palabras del autor «activos, no deudas».
Debes gastar con prudencia, aunque no tienes que escatimar, comprarte un café cada mañana no te hará pobre y dejar de comprarlo no te hará rico, tampoco soy tan fan de ser extremista, tu capacidad de ganar más dinero es más importante que el privarte de pequeños gustos.
Hacerse rico requiere una estrategia, debes vigilar cuidadosamente cómo utilizar tu dinero para que te quede algo para invertir al final de cada mes. Si consumes menos de lo que ganas, aumentará drásticamente tus probabilidades de lograr libertad y prosperidad financiera.
Cambia tu forma de ver la vida, para que puedas estar feliz con lo que tienes, vivir por debajo de tus posibilidades y estar menos inclinado a gastar imprudentemente.
A medida que vayas ahorrando, podrás hacer inversiones a largo plazo en el mercado de valores o de bonos. Con los rendimientos adecuados, podrías crear una cartera saludable.
2. "Utiliza el mejor aliado de inversión que tienes"
Tienes a tu favor un arma financiera infalible que sólo requiere que la alimentes con “tiempo”, si algo te ayudará a alcanzar prosperidad son los increíbles beneficios del interés compuesto.
Warren Buffett compró su primera acción a los 11 años y bromea diciendo que -dados los beneficios del interés compuesto, debería haber empezado a invertir mucho antes. Como dice Buffett, la planificación puede marcar la diferencia.
Si inviertes 100 dólares y éstos crecen al 10% compuesto anualmente, tu inversión se convierte en 161,05 dólares en cinco años y en 78.974,7 dólares en 70 años, justo a tiempo para convertirse en sugar daddy o sugar mommy.
Los mercados bursátiles pueden subir o bajar drásticamente, pero desde la década de 1930, el mercado de valores estadounidense ha proporcionado a los inversores un rendimiento superior al 9% anualmente.
Es por eso que en los análisis de acciones de Dinero es Dinero, cuando establecemos el precio a pagar por una acción bajo un modelo FCF, nuestra premisa es querer ganar un 12% de rendimiento, un pequeño “extra”, por el riesgo que corremos con las acciones.
Para empezar, anota todos tus gastos durante tres meses. Al final de ese periodo, el autor recomienda calcular cuánto te cuesta vivir cada mes. Paga todos tus préstamos de alto costo, como esas bocinas que sacaste a pagos a 72 meses con las que molestas a los vecinos con reggaetón. Cuanto antes comiences, mejor será tu situación.
3. "Los honorarios pequeños dan grandes golpes"
Probablemente no puedas competir con un experto en su campo, por ejemplo un médico. Pero puedes encontrar una excepción: el área de la gestión del dinero, donde sólo se requiere sentido común.
Algunos asesores financieros no te guiarán hacia las inversiones adecuadas. Muchos sólo quieren vender productos que les hagan ganar dinero. Por ejemplo, en lugar de sugerirte la fórmula más simple de inversión en bolsa, que es literalmente comprar algo que imite a todo el mercado accionario, a través de un ETF, un único producto que tiene miles de acciones en su interior y que suele cobrar bajas comisiones, un asesor puede recomendarte que compres un fondo de inversión de gestión activa con múltiples operaciones y comisiones, pero sobre todo; más riesgo.
Para obtener mejores rendimientos de que los que pueden ofrecer los expertos, el autor recomienda invertir en tres tipos de fondo que fácilmente podemos replicar a través de un ETF: uno de nuestro país, un fondo de índice bursátil mundial y un fondo de bonos de Estados Unidos.
Paul Samuelson, el primer estadounidense en ganar el Premio Nobel de Economía, afirma que la compra de un fondo indexado la forma más eficaz de diversificar tus inversiones.
Si pudieras preguntar a Warren Buffett dónde deberías de invertir, seguro te sugeriría comprar fondos indexados y luego llamaría a su cuerpo de seguridad para que te alejen de él.
Los estudios (del autor del libro) demuestran que no se pueden elegir los fondos de inversión con mejor rendimiento basándose en cómo lo hicieron en el pasado.
Los fondos de inversión que obtienen resultados extraordinarios en un periodo pueden tener un rendimiento pésimo en el siguiente.
Sin embargo, puedes aumentar tus posibilidades de éxito invirtiendo en fondos indexados. Pero podrías cometer un grave error si eliges un fondo de inversión basado en su rendimiento pasado.
Recuerda siempre que los asesores ganan dinero cuando te venden fondos de gestión activa. Por eso razón por la que le aconsejan que confíes en ellos y los compres, por ejemplo lo que podría hacer tu bróker con el que gestionas tus inversiones en bolsa.
4. "Conquista al enemigo en el espejo"
Si entiendes cómo tus sentimientos pueden destrozar tu estrategia, podrás invertir de una forma más sensata.
Considera un fondo de inversión con un rendimiento medio de alrededor del 10% en las últimas dos décadas, algo bastante promedio. Es posible que haya tenido un rendimiento inferior en ciertos años y lo haya hecho muy bien en otros como 2020-2021, como es natural, a estas alturas afortunadamente el 2022 nos ayudó a entender que las acciones NO siempre suben.
Si el fondo tuviera 1.000 inversores, se podría pensar que todos ellos obtendrían la misma rentabilidad. mismo rendimiento.
Pero, de hecho no es así, porque la mayoría de los inversores retiran su dinero de las inversiones de bajo rendimiento para buscar mejores rendimientos en otra parte.
Si no quieres vivir con las oscilaciones de la bolsa, invierte en un fondo indexado a lo largo de 25 años, y añade la misma cantidad cada mes sin importar el precio. Yo también creo que es la estrategia a prueba de idiotas que permitirá al inversor promedio que le vaya bien en un futuro.
Muchas personas invierten con la ilusión de que pueden entrar en la bolsa y salir de ella en el momento justo para obtener un gran beneficio.
Los profesionales lo llaman «market timing», y es muy difícil de lograr, yo diría que imposible realizarlo a la perfección, son pocas las personas que tienen la experiencia para hacerlo y seamos humildes, el 99.9% de nosotros no estamos en ese grupo de pitonisas.
La mayoría de los asesores financieros tienen más posibilidades de ganar a alguien del nivel de Roger Federer en el tenis que de hacer crecer su cartera midiendo el tiempo del mercado.
John Bogle, de Vanguard Funds, elegido por la revista Fortune como uno de los cuatro «gigantes de la inversión» del siglo XX, no conoce a nadie que haya ganado dinero sistemáticamente utilizando la sincronización del mercado.
Cuando se compra un fondo de índice bursátil, se llega a poseer una parte de varias empresas. A través de ellos, puedes poseer desde bienes inmuebles hasta mineras o productos de consumo. Entender esto te dará una ventaja como inversor.
Los beneficios de una empresa y el crecimiento del precio de sus acciones pueden divergir pero están de cierta forma ligados, yo creo que una empresa no es igual al precio de su acción. Aun así, el autor mantiene que el precio de las acciones de una empresa suele reflejar el crecimiento de su rentabilidad.
A corto plazo, los mercados bursátiles pueden actuar de formas salvajes, lo que vemos con la actual volatilidad del mercado, donde se puede ser optimista a extremos irracionales o pesimista de manera exagerada.
5. "Construir montañas de dinero con una cartera responsable"
Puedes beneficiarte de poseer un fondo indexado, pero debes equilibrar tu cartera para poder absorber las fluctuaciones del mercado. Si el mercado cae, el valor de tus inversiones caerá en una cantidad equivalente.
Sabemos cuán difícil de soportar es que nuestras inversiones estén en rojo, es especialmente peligroso y doloroso cuando el inversionista se acerca la jubilación.
Con los bonos, a lo largo del tiempo, podrías ganar menos dinero que con las acciones. Sin embargo, su valor fluctúa menos, y eso podría protegerte si el mercado bursátil cae bruscamente.
Cuando compras un bono, estás prestando dinero al gobierno o a una empresa. Mientras esa organización pueda pagar sus intereses y devolverte tu dinero, tu inversión sigue siendo segura.
De ahí la importancia de entender qué tipo de inversionista eres y el nivel de riesgo que debes de tomar de acuerdo a tus objetivos.
Puedes tener confianza en la compra de bonos de gobiernos de países desarrollados, aunque con menor rentabilidad. Asumes más riesgo cuando compras bonos corporativos de empresas y aún más cuando compras bonos de empresas pequeñas.
Empresas más pequeñas suelen pagar tipos de interés más altos, pero puede que se enfrenten a una mayor posibilidad de impago.
La gente tiene opiniones divididas sobre la proporción de acciones y bonos que se deben de tener. Puedes utilizar tu edad como guía aproximada. Algunos expertos sugieren que se restes 10 años de tu edad y utilices esa referencia como porcentaje para la proporción de bonos podrías tener en tu cartera. Examina regularmente la proporción relativa entre acciones y bonos.
6. "Dale la vuelta al mundo con los fondos indexados"
Los fondos indexados están estrechamente relacionados con los ETF. Ambos están formados por una cantidad determinada de acciones que representan un mercado concreto, pero los ETFs cotizan, al igual que las acciones, en el mercado de valores.
Los países de todo el mundo tienen fondos indexados, pero Estados Unidos es el que más ofrece la mayoría. Los ciudadanos de la mayoría de los países pueden comprar fondos indexados o ETFs cotizados en el extranjero.
Por poner un ejemplo, el autor nos habla del caso del inversor Paul Howarth quien no quería confiar su dinero a un fondo indexado, así que abrió una cuenta de corretaje. En ésta puso un 30% de sus fondos en un ETF de bonos globales de iShares y el resto en el ETF de acciones globales de Vanguard. Una vez al año, Howarth evalúa su cartera.
Si los mercados globales suben, cobra su ETF global y añade el dinero a su ETF de bonos, para mantener una asignación equilibrada.
7. "No tienes que invertir por tu cuenta"
A menudo, los inversores no quieren gastar energía en invertir o no están seguros de sus elecciones. Preferirían que otro lo hiciera por ellos. Los estadounidenses tienen que gastar mucho menos dinero que cualquier otra persona en el mundo por asesoramiento financiero, el mercado allá es enorme y mucho más maduro que en los países hispanohablantes.
John Bogle creó Vanguard como una empresa sin ánimo de lucro para ayudar a los inversores ordinarios. Los que compran sus fondos se convierten en sus propietarios. Al comprar, hay que buscar en la lista de fondos indexados o ETFs, el autor recomienda Vanguard, lo cual hace sentido, son de los más competitivos en cuanto a comisiones. Ahora, cualquier puede construir una cartera de fondos indexados.
8. "Echa un vistazo al libro de jugadas del experto"
Incluso si decides comprar un fondo indexado, los asesores financieros pueden presentar una serie de razones para desaconsejarlo.
Por ejemplo podrían decirte que asumes un mayor riesgo cuando compras un fondo indexado. En que un fondo indexado compromete todo tu dinero en el mercado, por lo que si los precios de las acciones se desploman, podrías sufrir mayores pérdidas. Para evitar esas pérdidas, los gestores de fondos activos no invierten totalmente en el mercado de valores.
Tus asesores, si es que decides contratar uno, pueden sugerirte que los gestores activos liquiden sus acciones antes de que se produzcan los desplomes de la bolsa y volver a comprarlas una vez que los mercados se vuelvan menos volátiles.
Tales ideas teóricamente, muy teóricamente hacen sentido, pero presuponen que los gestores pueden cronometrar con éxito el mercado. Cosa que ya vimos es muy difícil, hasta para los mejores gestores, en lo personal creo que es muy arriesgado salir del mercado tratando de adivinar lo que pasará en el corto plazo.
Considera los honorarios de cualquier gestor antes de tomar una decisión. Tu asesor puede ofrecerte mostrarte fondos de inversión que superan los índices bursátiles. Sin embargo, los estudios demuestran que los fondos de inversión que obtuvieron buenos resultados en el pasado pueden no hacerlo en el futuro.
Rara vez se iguala el rendimiento anterior. Desconfía de los asesores que sugieren que, entienden tan bien la economía y saben leer el tarot que superarán los resultados de los índices mayores.
Algunos asesores financieros sólo reciben dos semanas de formación en planificación financiera, así que asegúrate de que los asesores que elijes tienen buenas credenciales y son realmente profesionales, por ejemplo contando con su certificación de Figura 3 AMIB en el caso de México.
9. "Evita la seducción"
Mantente atento a las estafas. Puedes superar a la mayoría de los inversores activos participando en fondos indexados. Pero te expones a cometer errores cuando buscas inversiones no convencionales, digas empresas “Disruptivas” o criptmonedas, sabes ahora del riesgo que involucran y que no siempre suben.
Algunas personas buscan inversiones que venden la idea de que pueden superar al mercado. Nunca sucumbas a las afirmaciones de que ganarás «dinero fácil». Por ejemplo, los mercados emergentes suelen ofrecer rendimientos atractivos, pero pueden bajar bruscamente y con rapidez. Si no te gusta este tipo de volatilidad elije un «índice bursátil total» en lugar de invertir excesivamente en mercados emergentes.