Los inversionistas que recién comienzan a experimentar con la bolsa de valores ya están más informados que antes, si ya tienes en mente abrir tu cuenta o ya comenzaste a invertir en tus primeras acciones, hay muchos conceptos que gracias a Internet ya aprendiste, pongamos a prueba si tu curva de aprendizaje te permitirá invertir con mayor confianza.
Como inversionista principiante comenzaras a distinguir la diferencia entre “invertir” y hacer “trading” y de como son estrategias completamente distintas.
Si de inicio, te interesó comenzar a invertir por el anuncio de alguna plataforma de trading, ya irás conociendo que su funcionamiento y estrategia es muy distinta a comprar acciones para mantenerlas por años.
Inversionista ≠ Trader.
También te darás cuenta que, a la larga no es fácil salir ganando del trading, es difícil, se requiere estrategia, conocimiento, dedicación y no basta con imitar a un trader como te lo quieren vender estas plataformas, que al final ganarán dinero entre más activo seas gracias a las comisiones y otros cargos que te podrán hacer.
Señal de madurez 1:
Sabes que quieres invertir para el largo plazo en lugar de hace trading (A menos que en serio te vayas a comprometer con el trading profesional).
Ahora que ya superaste tu etapa de “trader” y te diste cuenta que quieres un patrimonio, cruzarás el obstáculo de invertir en acciones “disruptivas”, las promesas de invertir en compañías mediáticas como Beyond Meat, Tattooed Chef, NIO, Lucid, Palantir, Flor de la abundancia, etc.
Escucharás historias y promesas de crecimiento futuro y de que estás comprando al siguiente Amazon.
Dinero es Dinero, se enfoca en el otro espectro de la inversión; el Value Investing que se enfoca en comprar empresas fuertes, rentables, probadas, infra valoradas en cuanto a su precio y que sí; no crecerán como las nuevas compañías disruptivas, pero su riesgo de irse a cero en la siguiente recesión es mucho menor.
Como inversionista principiante ya te estarás apegando a una estrategia de “comprar y mantener”. Comprarás de forma esporádica, tal vez cada mes compres más de la acción que te gustó.
Quizá cuando comenzaste bajo la promesa de grandes ganancias, invertiste la mayoría o una gran parte del dinero que planeabas meter a bolsa en las acciones que te dijeron te harían ganar mucho dinero. Ahora, esperas juntar dinero cada que se pueda para comprar más acciones o ETFs o tal vez acumulas dinero para comprar la siguiente gran caída en bolsa.
Como principiante algo que se ignora es la cantidad de tiempo y dedicación que se requiere para operar un portafolio activo de manera exitosa.
Lo anterior hace que muchos inversionistas fallen en lograr buenos retornos, cuando invertir se convierte una cuestión de escuchar noticias, rumores, análisis superficial y sobre todo cuando dejas que tus emociones guíen tus acciones.
Señal de madurez 2:
Tienes un proceso para invertir periódicamente (Dollar Cost Averaging) para construir tu portafolio o bien, ya tienes un precio objetivo de acciones que te hacen sentido y esperas a que bajen a ese precio de “ganga”.
Como novatos informados, ya comprendemos la idea de comprar barato y vender caro. Pero la falta de experiencia y pensar qué si elegimos una acción está invariablemente subirá en automático o en unos meses, nos hace aferrarnos desesperadamente a acciones de mala calidad que nos pueden provocar pérdidas sustanciales.
Incluso cuando las razones exactas por las que compramos una acción se vuelven insostenibles, cuando compramos porque nuestro youtuber favorito nos habló de los grandes planes y de las ventas futuras de esa compañía que conquistaría el mundo, nos damos cuenta conforme pasen los meses o años que los planes nunca salen cómo nos los cuentan.
Señal de madurez 3:
Ya no crees sólo en historias, necesitas números y no sólo dos o tres cifras que apoyan la historia principal, sino un análisis profundo con pros y contras.
Como resultado de tu compromiso con la acción que te vendieron, que supuestamente sería el siguiente Amazon, tus emociones te hacen nunca vender posiciones perdedoras o de compañías de mala calidad, por ejemplo, con alto endeudamiento o que no son rentables.
Esperas con paciencia que se recupere tu compañía, pero al ser de mala calidad, podrías esperar un largo rato, mientras que otras opciones de inversión se recuperan a mejor ritmo o comienzan a crecer.
Cuando después de un tiempo, tu acción se comienza a recuperar, muchos inversores optan por vender sus acciones en su punto de equilibrio o con pocas ganancias, o simplemente agradeciendo haber recuperado parte de su dinero.
Es importante para un inversionista reconocer cuando una historia es exageradamente positiva, hace unos meses existían predicciones de precios de Palantir o NIO que ahora nos parecen ridículas, aunque algunos podrían racionalizar que nada ha cambiado y que sí llegarán a nuevos precios récord en poco tiempo, cuando cualquier fundamental apunta a lo contrario.
La pregunta más importante que tienes en tu arsenal de inversionista es: ¿Por qué? ¡Siempre haz esa pregunta!
Señal de madurez 4:
Aprendes a vender, incluso en pérdidas, sabes que hasta los mejores inversores se equivocan la mayoría de las veces y con más razón los principiantes, lo aceptas, vendes, aprendes y mejoras tu proceso, sigues adelante. Cambiar de opinión te hace más listo y sensato, no lo contrario.
En términos generales para un principiante es fácil tener éxito en un mercado alcista, pero desafortunadamente, también es el más castigado en mercados bajistas, cuando los “osos” gobiernan el mercado son tiempos difíciles y la falta de experiencia en valuación y análisis podría empeorar las cosas.
Parte principal de tu mentalidad de inversor debe ser el mantener tus emociones fuera de las inversiones. La principal forma es teniendo un proceso, el más recomendable para el inversionista pasivo es invertir de forma periódica; baje o suba el precio de los ETFs de alta calidad como los que siguen al S&P 500.
Es un obstáculo común dejar que nos gobiernen las emociones, no importa si es incertidumbre o el miedo que ahora reina a la bolsa, pero también del otro lado, la euforia, comprar por comprar es igual de peligroso. Sé que son momentos difíciles y de grandes ajustes en bolsa, algunos podrían estar experimentando pérdidas que no son fáciles de digerir.
Con más experiencia como inversionista, ahora te das cuenta que las ganancias o pérdidas diarias no son predecibles, ni siquiera por el análisis técnico, técnica que sólo te da señales, pero no el horóscopo de Apple.
Ahora sabes que, si el mercado está eufórico por una empresa, su precio subirá, si es pesimista con ella, bajará. Que aquellos con perspectiva negativa, son los osos. Aquellos con perspectiva positiva, son los toros.
Osos y toros luchan durante la jornada bursátil por establecer los precios, esa lucha entre posturas de compra y de venta son las que determinan cómo se mueve el precio y muchas veces se basan en rumores, noticias y especulación.
Sí, todo lo anterior genera emociones, el resultado de cada jornada es el resumen de las emociones humanas y no de un análisis lógico.
Señal de madurez 5:
Como inversor experimentado, sacas provecho de las emociones del mercado. Ya analizaste la salud y valor de las compañías, no caes en el juego de las jornadas diarias que se definen por emociones. No dejas que tu estomago tome decisiones por ti.
Estás aquí para correr un maratón de forma inteligente.
Si los precios de tus acciones se mueven constantemente a veces con caídas, a veces con rayos de esperanza de buenas noticias, si no dejas de revisar tu cuenta como si estuvieses esperando un mensaje de tu “crush”, si te preguntas ¿Debería vender para evitar más pérdidas? ¿Se recuperará mi acción?
O bien, ¿Debería vender por si cae el precio? ¿Ganaré más dinero si mantengo la inversión por siempre? Estos pensamientos no ayudan a que te sientas tranquilo, comienzas a sentirte emocional y eso te jugará en contra.
Señal de madurez 6:
Compras por las razones válidas y vendes por razones válidas. Tienes expectativas realistas de cómo se comportarán los precios y sobre todo, tienes un plan de salida, no sólo de compra...
…Ya sea que analizaste el valor justo de la acción y decidiste vender cuando éste se supere, o bien si estableces “Stop Loss” en tus operaciones o si haces algo algo mucho más sencillo, como tener la regla de vender si hay ganancias o pérdidas de X%. Tienes un proceso, lo respetas y ejecutas sin emociones.
Tal vez una publicación sobre cómo ser un inversionista experto se pudo enfocar en fórmulas, ratios y razones financieras, hace un tiempo comencé a preparar un artículo así, pero al final, ello es secundario en mi opinión, la mentalidad es mucho más importante: Paciencia, frialdad, planear y respetar nuestro proceso de análisis, de compra y venta.
Inviertes porque tienes esa mentalidad de ganador y eventualmente aprenderás a controlar tus emociones, pero la pregunta es si desarrollarás la mentalidad de inversor y control de emociones tras años de pérdidas e incluso de tirar la toalla por perder dinero, o si puedes aprender de la experiencia y consejo de otros inversionistas que han cometido errores.
Finalmente, entiendes que una parte vital de invertir en acciones no es solamente la salud financiera, si no saber valuar las compañías, que estás comprando negocios que producen dinero.
Ya hablamos de que no te dejas seducir por historias, quieres dinero en tu bolsillo y sabes que sólo las compañías capaces de ser rentables son un buen negocio, pero no sólo importa que generen dinero, también cuánto pagas por ellas.
No te sirve de nada una compañía que producirá un dólar de utilidad neta para ti el siguiente año, si por ella vas a pagar casi 90 dólares, comprar un billete de un dólar por 90 no me suena a un buen negocio.
Señal de madurez 7:
Sabes que un negocio sólo vale el valor presente de sus flujos de efectivo futuros. Buscas gangas a través de negocios infra valorados que en un futuro podrían generar flujos de efectivo mayores al precio al cual cotiza el negocio.
Por cierto, ese ejemplo de 1 dólar a precio de 90, tal vez lo tengas en el bolsillo: Tesla.
